Me sorprendería saber que algún chamaco se haya distraído mientras veía esta bonita cinta. Para bien y para mal. Por un lado hay un ritmo narrativo muy, muy bien llevado. Un guion divertidísimo con gags bien oportunos. Por el otro, hay colores brillantes por todas partes, movimientos de cámara rápidos y continuos, no creo que haya un segundo de silencio…el paraíso para los niños con déficit de atención (léase chamacos sin disciplina para estarse quietos dos segundos).
La ficha IMDB está aquí
Flint Lockwood (Bill Hader) es un muchacho brillante quien a pesar de tener un talento impresionante, no hace más que inventar cosas que no funcionan. Su más reciente idea es ofrecer a su pueblo una alternativa a las sardinas que comen diario, con una maquina que transforma el agua en comida. Las cosas se complican, por un momento todo sale bien, llueve comida, de pronto todo sale mal y Flint debe detener su propio invento.
La verdad me reí mucho. Desde el inicio la cinta esta plagada con gags muy divertidos. Si, vienen acompañados de todos los estereotipos del genero lo cual es lamentable, pero aun así me reí. El ritmo está muy bien llevado, al grado que empiezo a notar una tendencia que es más bien evidente: los directores de cintas de animación tienen mucho más control sobre el flujo de sus historias.
Los personajes son divertidos, particularmente el simio Steve (Neil Patrick Harris), aunque se sienten un poco diseñados mas para una serie de gags que por las necesidades de la historia. La dirección de arte en general está bien lograda, aunque debo decir que aun no entiendo la mezcla de elementos harto realista con otros francamente caricaturizados. El ejemplo más claro en esta película es el cabello altamente realista conviviendo con esas caritas y cuerpecitos que casi son polígonos simples (exagero, pero no demasiado). Una vez más, lo realmente meritorio esta en el guion y la dirección.
Y creo que no sería un error leer en los eventos de la historia una crítica al modo de vida actual. Porciones cada vez más grandes, desperdicio, literalmente, de comida en enormes cantidades, todo en una sociedad que ha alcanzado cierto confort gracias a la tecnología. Una crítica que hubiese sido más efectiva si todos, no solo el maloso, se tornaran obesos y ridículos. Me parece que aun había espacio para maniobrar, haciendo la crítica más punzante sin perder la diversión. Y es que Cloudy with a chance of Meatballs tiene mucha diversión.
Wednesday, May 26, 2010
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