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Toda la primera parte, antes de que suceda el crimen, anunciado desde el principio, es muy larga. Nos presenta la vida bastante normal y hasta aburrida de una adolescente norteamericana, viviendo con una familia unida, en una ciudad pequeña , asistiendo a una escuela normal, y soñando con un chico.
A partir del crimen, la película toma tintas de cine fantástico. Largas secuencias presentan el limbo donde se encuentra Susie, con colores intensos, espacios amplios, objetos que se transforman. Por otra parte, sigue en contacto con los vivos, percibe lo que sienten y, a veces, puede hacer que ellos sientan lo que ella quiere.
Cada una de las personas que fueron importantes para Susie evoluciona siguiendo la línea que el principio de la película dejaba adivinar: el padre con sus barcos en botellas y su carácter obsesivo hostiga al detective y casi lleva la investigación en su lugar, la madre trata de olvidar .La hermana eficiente y tenaz en sus proyectos actúa para encontrar la verdad.
La película vale sobre todo por la yuxtaposición de dos mundos, descrito cada uno en la tonalidad que le corresponde: totalmente onírico, con formas y colores preciosos el de la muerte, con una fotografía sencilla y colores tenues el mundo de los vivos. El mundo de la familia y el mundo de la escuela. El mundo de la familia de la victima y el mundo del asesino.
Cabe notar que las obsesión del padre con los barcos no es tan diferente de la obsesión del asesino con las casas , casas para muñecas o casas-trampas par niñas.
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