Segunda parte del tríptico que se inicia con "Por un puñado de dólares" y la que antecede a "El bueno, el malo, y el feo". Clint Eastwood repite ese personaje del "Manco" , un enigmático tipo que viene de nadie sabe donde, que habla poco y dispara mucho.Ficha IMBD
Es la historia de dos hombres en contra de uno. Los dos buenos son cazadores de recompensa, Clint Eastwood y Lee Van Cleef, (Mortimer), que unen fuerzas y astucia en contra del malo, El Indio, interpretado por Gian Maria Volonte, ahora en papel protagónico. Mortimer tiene un motivo personal, sugerido por algunos breves flash-backs . El primer encuentro entre los dos se hace pisándose los zapatos, obviamente simbólicos del nivel social de cada uno, y sigue con demostraciones de sus respectivos talentos de tirador, jugando con el sombrero del otro.
El Manco es bastante incoherente, no hay forma de darse cuenta cual es la mano, o el brazo paralizado, ya que, según las escenas, puede ser el derecho o el izquierdo, y a veces ninguno….. pero sigue teniendo el sombrero, el poncho y la silueta de la primera cinta.
El Indio ejecuta a sus enemigos, midiéndoles el tiempo (les hace creer que tienen una oportunidad de salvarse) con un reloj de plata, dándonos a entender que este objeto tiene para el un significado particular. Eso nos recuerda la caja de música que desencadena los impulsos de Archibald de la Cruz en Ensayo de une crimen de Buñuel. La primera ejecución tiene lugar en una iglesia en ruinas. Volvemos a ver la imagen de la sagrada familia de la primera película. Madre e hijo son llevados afuera donde serán ejecutados en sonido-off. La ejecución del padre sigue los efectos de montaje que se volverán la marca de Leone , alternando tomas cercanas a los dos enemigos, y subrayado por la música de Morricone, que acaba en órgano. Es un ritual, y estamos en una iglesia.
La característica del personaje, junto con su crueldad, es la inteligencia, la astucia, su capacidad para aprovechar hombres y circunstancias. Sin embargo, en el aspecto personal, parece bastante inestable, pasando con mucha facilidad de la risa a las lágrimas o a la apatía, y a la dependencia del tabaco.
La intriga es bastante complicada, con varios cambios de dirección y terminará con el duelo final obligado, con la originalidad de explicarnos el motivo de la venganza de Mortimer contra El Indio. El reloj con la foto de la mujer que une y opone a los dos hombres, ocupa el lugar del arma.
Hay que notar que, de la misma forma que Por un puñado de dolares fue uno de los primeros papeles importantes de Gian Maria Volonte, esta película es uno de los primeros papeles internacionales de Klaus Kinski, quien se volverá el actor predilecto de Werner Herzog.
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