Para llorar en grande.Ver IMBD
Un melodrama para llorar. En todos los sentidos de la palabra. Por que uno termina llorando, en contra de toda su voluntad y su mente critica. Y porque es malísima. Llena de situaciones esperadas y de estereotipos, hasta en el ritmo, las imágenes.
La trama es de lo más tonta y banal. Como en las telenovelas o las novelas populares del siglo XIX , (Las dos Huérfanas , Oliver Twist y demás). : dos jóvenes músicos talentosos se enamoran. Ella toca música clásica y el esta en una banda. Ella se embaraza. Se separan. El bebe es abandonado. Diez años después, cada uno sigue con la sensación de que los otros dos, en alguna parte del mundo, lo estan buscando.
Y se buscan, y las circunstancias de lo mas jaladas hacen que se encuentran en un concierto donde la madre toca y el niño dirige la obra sinfónica que compuso (es un prodigio de la música, obviamente), y al que llega el padre porque un embotellamiento le permito leer el anuncio….
Queda que Jonathan Rhys-Meyers (Los Tudors) es de lo mas guapo, Keri Russell (Felicity en TV) es muy bonita. El niño Evan Taylor ( Freddie Highmore) es simpático, la música y las canciones agradables. Y Robin Williams muy bueno en un papel de Wizard , entre explotador de niños y detector de talentos.
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