Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Friday, May 28, 2010

Todas las mañanas del mundo ( A. Corneau - 1991) 8/10



Cuando el cine se vuelve arte. Musica, pintura, meditación.



Ficha completa


Esta cinta es a la vez producto y causa del entusiasmo de final de de los años 80 para la música barroca, y para el siglo del Rey Sol.

De repente, gracias a algunos músicos apasionados, Francia describe que en el siglo XVII se hizo buena música, se compuso opera y que Lully no ha escrito solamente música para las obras de Molière. Y de repente se dan a conocer una pléyada de compositoras alrededor de este mecenas genial y autoritario que fue Luis XIV.

Adaptada de la novela homónima de Pascal Quignard, músico a la vez que escritor, esta película nos presenta al extraño Monsieur de Sainte Colombe, profesor de viola, que no aceptaba a cualquiera en sus clases, viudo que seguía visitado por la silueta de su esposa, padre que no hablaba con hijas pero les enseño todo lo que sabia, y compositor que no apuntaba sus obras.

Muy fiel a la novela, la película tiene como hilo conductor la lectura en off , en la voz de Gérard Depardieu, de los recuerdos de Marin Marais. La cinta es un largo flash-back, que se termina por la aparición de Ste Colombe muerto, como una autentificación de Marais como un verdadero músico, opinión del maestro sobre su discípulo(o lo que discipulo anheló durante toda su vida). Esta aceptación sigue a la que se dio en vida cuando los dos lloran al tocar juntos, y cuando Ste Colombe le entrega su libro rojo de composiciones al músico ya maduro y famoso.

Pero esta lectura provoca incoherencias: si se trata de los recuerdos de Marin Marais, como pudo conocer la vida que llevó Sainte Colombe antes de conocerlo? Inconsistente también es el nivel de lenguaje usado: el guionista se limitó a cambiar la narración de la niñez de Marin Marais de tercera a primera persona. En la película, cuando el joven cuenta oralmente sus desgracias a la familla Ste Colombe, resulta muy artificial y pomposo escuchar un texto de nivel escrito y literario.

Estas reservas puestas de lado, resta que la película de Alain Corneau es una obra de arte, llena de delicadeza, que toma su tiempo, en largos planos fijos sobre un paisaje, una naturaleza muerta, una cocina, un instrumento de música, en tomas que parecen pinturas de Le Lorrain , de De La Tour, para darnos tiempo para escuchar las obras llenas de paz, de ritmo lento que compusieron Monsieur de Sainte Colombe, de Couperin, o del agitado Lully. su alumno Marin Marais que, según el maestro, traicionó a la música al aceptar de tocar para el rey ( de todas formas, según el maestro , Marin Marais no ERA un músico, solamente sabía HACER música).

Los colores sencillos: el negro eternal del eternal viudo, el beige de la hija mayor, el rojo del vestido de la muerta, tan parecido al rojo de la madera de la viola , se responden en una danza lenta, apacible.

La cara de Jean-Pierre Marielle, torturado y severo al principio, se vuelve poco a poco sereno, conforme va aceptando su soledad y la felicidad que le dan la música en su cabaña solitaria a la orilla del río, esperando las visitas del fantasma, hablando con ella.

Porque, a pesar de los que digan los anuncios, el actor principal no es Gerard Depardieu, igual de pesado que siempre (en todos los sentidos de la palabra), ni su hijo Guillaume, igual de feo que su padre (al menos, esta fealdad heredada le da coherencia a la película) ; el personaje es el taciturno monsieur de Sainte Colombe. O mas bien, el personaje es la música.

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